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#CIO1.0 -> servicio / soporte #CIO2.0 -> alieneacion con el negocio #CIO3.0 -> visión empresarial.

El rol que cumple quien encabeza el área de TI ha evolucionado hasta estar posicionado hoy en día como parte del equipo ejecutivo de la compañía. Sin retroceder mucho en el tiempo, vemos que hemos pasado desde ser los que reparan y mantienen encendidos los equipos de cómputo, hasta los que incluso participan en la planeación de la estrategia del negocio.

Pero, desde mi punto de vista, no ha sido una navegación entre un punto a otro, sino que  más bien es una construcción de varios niveles, en el que cada uno se apoya en la etapa anterior.

Por supuesto cada organización puede decidir en qué nivel se siente más cómoda o incluso tener variaciones en cuanto a la definición de sus actividades, pero en general la visión se ha decantado en tres:

  1. las bases;
  2. el acompañamiento estratégico y
  3. la visión empresarial;

O bien como he encontrado en algunos sitios, el CIO ha evolucionado desde la versión 1.0 hasta la 3.0 actual.

Pero más allá de los nombres que se le dé al tipo de trabajo que puede hacer un CIO, lo que queda claro es que la labor de TI se va construyendo como todo en la vida, desde la base hacia la cima.

Siguiendo: CIO 1.0

cio1Lo primero que debe tenerse en cuenta es que las bases de TI estén sólidas y cumplan con el objetivo que ellas tienen.

En este nivel, la preocupación se centra en el servicio y soporte que TI brinda a la organización en la que está inmersa, y debe asegurar que los sistemas tienen unos niveles de servicio aceptables y funcionales a los objetivos de la compañía.

Esto implica mantener en funcionamiento las comunicaciones, la red y los equipos de la organización, así como establecer algún esquema básico de seguridad y de recuperación en caso de algún problema. Para esto se utilizan algunos indicadores como tiempos de respuesta, tiempos de solución, disponibilidad, etc.

Este nivel está siempre esperando que el negocio le indique hacia donde ir y qué necesita, por lo que se mantiene en un nivel secundario a la expectativa de lo que se pueda requerir.

Acompañando: CIO 2.0

cio2En segundo lugar, y una vez que las bases necesarias para el negocio están puestas, se puede acompañar a la organización en sus estrategias. Para esto establecemos una especie de subempresa dentro de la organización en la que participamos o nos posicionamos como “consultores” dentro de ella.

Como toda empresa, entonces el área de TI debe establecer al menos su misión y visión, que en todo caso debe estar acorde con la misión y visión de la compañía, y prepara también un plan estratégico acorde.

Se utilizan herramientas como los Cuadros de Mando Integral, Arquitectura Tecnológica Empresarial, y Marcos de referencia para sustentar la Gobernabilidad del área; de modo que se puedan encontrar las mejores soluciones tecnológicas para que los planes tanto de la organización como de TI puedan llevarse a cabo se una manera eficaz y eficiente.

Ya no se esperan a que se hagan requerimientos específicos, sino que basados en los planes generales del negocio, TI presenta los propios de modo de acompañar a la empresa para el logro sus objetivos.

Lidereando: CIO 3.0

cio3

En tercer lugar, cuando ya tanto el área de TI como el negocio están lo suficientemente maduros, se debe ver más allá de los límites del área de TI y tomar el rol de socio (sea explícito o implícito), en el que se generen iniciativas a partir de la visión empresarial del CIO, o incluso provocar cambios en la estrategia de la compañía.

De esta manera, reconocemos que en estos tiempos, la tecnología y las estrategias de negocio van de la mano, y forman parte integral ya de casi cualquier core de las organizaciones.

Las herramientas para gestionar este trabajo se funden ahora con las de la empresa, y del mismo modo las métricas, y es en este punto en el que los límites se ponen más difusos, pero al mismo tiempo el trabajo se vuelve más interesante y desafiante.

Ahora debemos estar pendientes de lo que va surgiendo en cuanto a tecnología, aprender a visualizar y a entender las posibilidades que cada una de esas tendencias le pueden aportar al negocio, poder decidir cuando es conveniente ser líder en la adopción de nuevas aplicaciones o herramientas y cuando es más conveniente dejar que maduren antes de adoptarlas.

Integrando: Siendo CIO

De lo comentado anteriormente, hay que notar nuevamente que el trabajo del CIO ha variado, de lo eminentemente técnico a lo directivo, pasando por lo administrativo. Desde este punto de vista es importante que se tengan habilidades que no son las que tradicionalmente se solicitaban a quien dirigía TI; ahora hay que ser  un buen comunicador, tener habilidades interpersonales muy desarrolladas, además de tener una visión de negocios clara.

Todo esto está muy bien, sin embargo según he podido ir aprendiendo, los límites no están definidos entre etapa y etapa. En realidad todo se va mezclando y no hay un CIO X.0 100% puro. Mucho menos si hablamos de las actividades del nivel más alto.

Es más, todas las actividades DEBEN mantenerse y mezclarse, ya que las de los niveles inferiores son las bases y las herramientas con las que se logran los proyectos y actividades de las superiores.

Por lo tanto hay que tener claro que siempre vamos a tener que mantenernos preocupados por cada una de las actividades que se han descrito, y cada etapa, en realidad, incorpora nuevas tareas y responsabilidades a las que ya se tienen. Por supuesto, quien las ejecuta ya no seremos directamente nosotros, para eso se puede tener a un equipo especialista en ellas;  interno, externo o mixto. O bien, utilizar hoy en día servicios como  IaaS, PaaS o SaaS en los que delegar algunas de las tareas, aunque como buen “hombre de negocios” siempre se debe seguir pendiente de que las cumplan como se necesita que se hagan y no sufrir desvíos del camino principal ya que hay que recordar siempre, que la responsabilidad no se delega.

Finalmente, debe quedar claro que el ser CIO, o qué tipo de CIO somos, no depende ni del tamaño de la empresa, ni del tamaño del área que nos toca dirigir. Por supuesto es más fácil si tenemos un equipo adecuado, pero como hemos revisado, hay también soluciones tercerizadas que nos pueden ayudar. Lo importante es la actitud y la visión que se tenga de la función y el aporte que debemos dar a la empresa en la que nos desempeñamos. De esta manera creo que no hay excusas para no sentirse y ser un “CIO de última generación”.

Sólo hay que proponérselo y trabajar.

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